El Incienso, Imprescindible en la Meditación Zen

Zen es una abreviación de “zenna”, pronunciación japonesa de la palabra china “chánà”, que a su vez proviene del concepto sánscrito dhyāna, que significa meditación. La meditación zen (cuyo nombre correcto es zazen), es una técnica característica del budismo japonés que busca la iluminación y la claridad mental a través de la meditación. Sin embargo, para muchos es más que eso, es un estilo de vida, eliminando todo lo superfluo para poder centrarse en lo verdaderamente importante.

El zazen o meditación sentada se basa en sentarse erguido pero relajado, con las piernas cruzadas en posición de loto o medio loto normalmente, y respirar de forma pausada hasta alcanzar la paz y claridad mental, Por eso motivo, no puede faltar el incienso durante la práctica de la meditación zen, ya que existen aromas que nos ayudan a relajarnos y despejar la mente.

El incienso zen nace para satisfacer esta necesidad y para ello se combinan aromas como la flor de ciruelo, el sándalo o la apreciada madera de agar, que inducen a un estado de calma y equilibrio beneficiosos para la práctica de la meditación zen. Además, a diferencia de los inciensos de India, éstos inciensos no generan humo y suelen tener una duración superior a la normal para que te acompañe durante toda la sesión. Como ves todo son ventajas.

El incienso zen es, por lo tanto, altamente recomendable para prácticas de meditación, relajación, visualización, sesiones de reiki, yoga, pilates o cualquier otra actividad.